La tesis aborda la dramaturgia más allá del sentido clásico que la define como un tipo de literatura directamente escenificable, un texto o una pieza de teatro. Más que rechazar tal convención, busca acercarla a otros experimentos para comprobar cuánto, a través de sucesivas crisis, la dramaturgia sigue cambiando. En ocho capítulos y por medio de un repertorio heterogéneo de referencias provenientes de los campos de la filosofía, la sociología, la teoría literaria y la performance, la investigación evoca nociones que actualizan aspectos de la creación dramatúrgica, como la participación del cuerpo de un(a) dramaturgo(a) en el proceso creativo así como la fructífera relación de problema entre texto y escena teatral; propone críticas a las expansiones de la dramaturgia contemporánea, reconociendo de qué maneras el realismo capitalista, como poética del capitalismo, impone formas y cosmovisiones a las dramaturgias; y, en cambio, alaba la capacidad de la ficción en modificar el texto del mundo así como su transgenerismo como forma de proteger la alegría textual. En sus incursiones, la tesis busca plantear enfoques que valoren la dramaturgia como una práctica de respuesta a cada época y reacia a cualquier norma o modelo que intente enmarcarla.